2023-07-12Lima, 12 de julio de 2023. Las prácticas de la economía circular no son ajenas a las operaciones mineras, pues ofrecen oportunidades para minimizar y otorgar valor a los residuos, mejorar la eficiencia de dichas operaciones (extracción y beneficio) y recuperar los sitios mineros con fines productivos futuros, señala la Cepal.Luis Cruzado, consultor capacitador senior de HSEQ, durante la conferencia magistral «Minería y economía verde», organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú – Seccional Junín, citó dos casos de éxito en esta industria, clave para la mitigación del cambio climático y la transición energética.Siendo una de ellas la mina Morro Agudo, propiedad de Nexa Resources en Brasil, la cual otorga a sus desechos un tratamiento para extraer zinc, que luego es comercializado bajo el nombre de Zincal 200 para el control de la acidez del suelo del sector agrícola.Igualmente, se refirió a lo hecho por Southern Copper en Perú, empresa que reutilizó las escorias producidas por la fundición de Ilo, para con ello generar una mezcla de concreto resistente, durable y cohesivo, que permitió la construcción de cientos de veredas que actualmente caracterizan a la ciudad portuaria y capital del departamento de Moquegua. “Una minería próspera y saludable es aquella que logra el bienestar de las poblaciones aledañas, la reducción de la huella de carbono, la implementación de tecnologías ecoeficientes, la optimización y eficiencia en procesos, y el reconocimiento nacional e internacional de los gobiernos, comunidades y de la sociedad civil”, remarcó el especialista de HSEQ.Luis Cruzado señaló que, como parte de la minería verde, una de las tendencias mundiales es la economía circular, la cual establece un modelo de producción y consumo mucho más sostenible, en el que las materias primas se mantienen más tiempo en los ciclos productivos y pueden aprovecharse de manera recurrente, procurando con ello generar mucho menos residuos. “Dicho esto, cuando un producto llega al final de su vida útil, se busca que los materiales o insumos, que sirvieron para su fabricación, se mantengan dentro de la economía, siempre que estos sean factibles de ser reciclados y posteriormente puedan ser utilizados una y otra vez en distintos fines, creando así un valor adicional del recurso mineral original”, expresó.Precisamente, ejemplificó el caso del cobre, cuya producción promedio actual de 26 millones de toneladas está compuesta por un 5% de cobre reciclado, por lo que invocó mayor concientización sobre la economía circular, a fin de dejar de explotar intensivamente los recursos naturales con miras a las futuras generaciones y trabajar de forma más sostenible en la minería. Pasivos ambientalesDe otro lado, indicó que actualmente Perú cuenta con alrededor de 800 pasivos ambientales mineros que son producto de una minería antigua. Por lo que destacó la necesidad de actuar bajo el enfoque de la minería verde, que propone la eficiencia en el uso del agua y la energía, minimizando los impactos ambientales negativos, asegurando la trazabilidad de los recursos obtenidos para su correcto aprovechamiento, y encajando adecuadamente dentro de la comunidad en la que se desempeñan sus actividades.“Si la industria minera quiere ser considerada como una actividad verde, es necesario que esta deba reducir su huella ambiental y sobre todo su huella social, pero al mismo tiempo debe incrementar la producción de minerales estratégicos, como el cobre, el litio y el cobalto, con el propósito de impulsar la transición hacia un mundo más sostenible”, enfatizó.En relación con lo anterior, afirmó que se requieren tantas cantidades de estos minerales que urge explorar de forma menos invasiva y más eficiente nuevos yacimientos en todo el mundo, por lo que las nuevas tecnologías son clave para lograrlo, tanto para reducir el impacto en los recursos hídricos como para minimizar la generación de residuos contaminantes.