2021-03-17Augusto Baertl, expresidente del IIMPObservo con profunda preocupación el escaso análisis que vienen haciendo los candidatos a la presidencia de la República, acerca de un tema elemental: cómo recuperar los empleos formales que se han perdido durante la pandemia.Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), solo en Lima se perdió más de un millón de empleos durante el 2020, existiendo una desaceleración de la mejora en el mercado de trabajo. Esto quiere decir que existen muchas menos personas con una remuneración adecuada que cubra sus necesidades.Ello, por efecto, inmediato, ha generado un incremento de personas subempleadas, lo que típicamente es empleo informal. Por otro lado, se estima que la pobreza habría aumentado de 20% a 30% durante el 2020, aunque aún estamos a la espera de las cifras oficiales.Este grave problema que, repito, muy pocos análisis ha suscitado en los candidatos, se traduce en un deterioro de la calidad de vida de las familias y –a la vez- en una caída de los ingresos tributarios, lo que significa menos dinero disponible para mejorar las condiciones de todos los peruanos. Dicha situación podría agravarse en los próximos meses si se sigue dando los cierres de actividades empresariales, debido a la crisis sanitaria.No se debe olvidar que la economía funciona como una cadena. Si un eslabón es afectado, este a su vez afecta a los eslabones que dependen de él. Para no entrar en un ciclo de desaceleración económica, el nuevo presidente de la república deberá plantear una estrategia aguda y certera de cómo enfrentar este problema.El próximo gobierno deberá estar enfocado en facilitar las condiciones que permitan la más pronta accesibilidad a empleos formales y a fortalecer la estabilidad macroeconómica del país. La propuesta de solución tiene que venir de la mano con la promoción de la inversión privada.Según las últimas encuestas realizada por diversa encuestadoras, más del 30% de los peruanos aún no define su voto, estando solo a escasos días de los comicios. El trabajo digno es algo que afecta directamente a cada individuo y que, evidentemente, genera una de las principales preocupaciones que hoy existen en la mente de todos los peruanos.La meta suprema de todo el país en desarrollo es reducir las brechas de desigualdad existentes.Los candidatos vienen haciendo multiplicidad de promesas electorales que apuntan a ello, pero muy poco se ha escuchado sobre cuál será la estrategia específica para recuperar el empleo formal perdido, lo que contribuye también a generar los fondos necesarios que se usarán para cerrar brechas.El futuro de nuestro país dependerá en gran medida del liderazgo consciente que ejerza el nuevo presidente. Busquemos generar soluciones realistas que favorezcan el bien común con la participación de todos los actores y con un propósito país. Definitivamente, la recuperación del empleo formal será uno de los principales desafíos.Fuente: Gestión