2020-12-04Así lo indicaron en el marco del Jueves Minero, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).El proyecto minero subterráneo Ariana, de Ariana Operaciones Mineras S.A.C, subsidiaria de Southern Peaks Mining, cuenta con los permisos y controles de ingeniería necesarios que aseguran que no habrá ningún peligro o afectación para lagunas, represas y el túnel trasandino que dota de agua a Lima y el Callao, indicaron expertos. “Tenemos el Estudio de Impacto Ambiental (EIAd) aprobado el 2016, la autorización de construcción en 2018, y todos los permisos anexos”, refirió Adolfo Vera, presidente y director en Southern Peaks Mining, en el Jueves Minero, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú. Como se sabe, se interpuso una demanda de amparo constitucional que buscó detener la construcción de dicho proyecto minero, ubicado en la sierra de Junín, centrando sus preocupaciones en torno a la afectación del equilibrio ambiental y del suministro de agua para la capital.Atendiendo a dichas preocupaciones, Adolfo Vera brindó detalles sobre los estudios técnicos realizados, entre ellos el hidrogeológico. “Estos estudios concluyen que la mina no tiene una influencia sobre las aguas subterráneas captadas por el túnel, ni sobre las lagunas superficiales, ni sobre el túnel transandino”, apuntó el representante de la empresa minera, quien agregó que el proyecto Ariana cuenta con robustos controles de ingeniería. Precisó que el nuevo diseño del trazo y del canal de contención de la tubería de relaves ha sido aprobado por las autoridades, como el Senace. Asimismo, indicó que las lagunas que se encuentran alrededor tampoco se verán afectadas. Enfatizó también que la mina no se servirá de las aguas subterráneas, ya que por el contrario consumirá el agua que generará la propia mina. “Tanto la mina como la planta van a utilizar el agua de la mina. Y esta agua va a ser reciclada al 100% y el excedente será tratado y depositado en los puntos que la Autoridad Nacional del Agua apruebe”, añadió.Mencionó que se diseñó un dique principal de contención en la relavera cuya resistencia puede hacerle frente a una historia de sismicidad de 500 años, y, para evitar cualquier filtración hacia el túnel trasandino, se impermeabilizará el 100% de la base con geomembrana. Asimismo, mencionó que se agregaron otros tres diques más para reforzar la seguridad.El representante de Southern Peaks Mining resaltó además que el depósito de relave es totalmente impermeable porque está en una zona con presencia de hasta 32 metros de arcilla y se hizo un recubrimiento de geomembrana en toda su área por sugerencia del Ministerio de Energía y Minas (Minem).También señaló que realizaron mediciones de las vibraciones de las voladuras en la operación de la mina, demostrando que sería imposible que se den las vibraciones necesarias que pongan en peligro la infraestructura del túnel trasandino, que se encuentra a 2.5 km de la mina. Por su parte, Antonio Samaniego, Director en SRK Consulting (Perú), coincidió en que el relave no representa un riesgo para el túnel trasandino por el dique de arranque que tiene y porque está a 150 metros de distancia. Sin embargo, sugirió que se debería prestar más atención a un análisis de la percolación por las rocas calizas que están alrededor del túnel ya que son permeables. Del mismo modo, Oswaldo Tovar, Socio en Ingeniería de Recursos, indicó que la afectación de la relavera sobre el túnel está estudiada en el EIA y que de este estudio debe depender la viabilidad del proyecto. Recordó que ya existen otros proyectos mineros que funcionan en el sistema Marca. Advirtió que la ley de cabecera de cuenca confunde términos y que estar en una cabecera de cuenca no es impedimento para que se desarrollen todo tipo de proyectos. Por su parte, Marita Chappuis, Consultora en Economía Minera, se refirió a las preocupaciones técnicas que Sedapal tiene contra el desarrollo del proyecto Ariana, las cuales según la empresa han sido resueltas: la posibilidad de impacto de las vibraciones de las voladuras mineras al túnel, la filtración de relaves al túnel y el uso de agua. En ese sentido, dijo que tal vez Sedapal no confía en la resistencia del túnel trasandino que tiene 60 años o no quiera repetir la mala experiencia de Tamboraque que botaba los relaves en la noche en el río Rímac. “Estoy suponiendo. Habría que conversar más con Sedapal”, recomendó. Finalmente, los expertos coincidieron en la importancia de que miembros del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú puedan ofrecerse como mediadores en materia netamente técnica en las conversaciones entre la empresa y Sedapal para llegar a acuerdos.