2019-03-04Por: Ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú. Uno de los pilares de trabajo en materia de innovación en el que deben enfocarse las compañías mineras del futuro es la búsqueda y fortalecimiento de asociaciones con distintos socios estratégicos vinculados al sector. Ello les permitirá responder de manera efectiva ante los desafíos que se presenten en adelante.Entre estos socios claves uno de los más importantes sin duda es el gobierno, que en el caso peruano viene dando pasos acertados como la creación del Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas (Rimay), espacio de diálogo cuyo propósito es lograr consensos en torno a la “Visión del Sector Minero al 2030”.Precisamente esta semana, el presidente de la República, Martín Vizcarra, recibió el documento final elaborado por este grupo de trabajo conformado por representantes del sector público, privado, la academia, la sociedad civil, y, por supuesto, del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú. Dicho documento contiene los principales retos del sector minero peruano y será nuestra hoja de ruta para los próximos años.Creemos que este esfuerzo es un avance destacable que grafica este modelo de asociaciones que se requieren para agilizar el camino del sector minero hacia la competitividad. Asimismo, muy pronto esta plataforma será complementada en una segunda etapa con las regiones mineras a nivel nacional, como anunció el ministro de Energía y Minas.Justamente ad portas de celebrar en Canadá el PDAC 2019, encuentro minero de clase mundial para promover inversiones, sería ideal posicionar este tipo de mensajes basados en la construcción de una visión compartida entre los diferentes estamentos de la sociedad peruana sobre el futuro del sector de cara a la próxima década.El rol de la delegación peruana en este foro mundial deberá ser desarrollar múltiples acciones con el objetivo de atraer capitales y favorecer el crecimiento de la minería nacional, pero sobre todo impulsar el fomento de las exploraciones mineras en Perú, una tarea que el IIMP también ha incorporado entre sus líneas de acción.Finalmente, todo este buen trabajo de las instituciones del estado y los gremios privados tiene que construirse sobre una institucionalidad fuerte, cuya ausencia se manifiesta en el bloqueo a la ruta de salida del concentrado de la operación de Las Bambas, donde la justificación de afectación social no existe y se ha tornado en una simple extorsión liderada por personas ajenas al quehacer social de la región de Apurimac y de la comunidad de Fuerabamba, y donde el imperio de la ley tiene que prevalecer sobre el chantaje siendo aquí donde él poder de nuestras autoridades, que lo tienen, debe hacerse sentir.