2021-06-16Por: Dr. Miguel Cardozo, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del PerúEs interesante observar lo que ha venido ocurriendo con la inversión, financiamiento y labores de perforación vinculadas a la exploración minera a nivel mundial.Chile y Perú lideraron la lista de países, junto con los demás países latinoamericanos y africanos, en los que la inversión en exploración minera se redujo sustancialmente en el 2020. A pesar de ello, Latinoamérica se mantuvo como el principal destino regional de inversión en exploración con el 25% de la cifra global.Por otro lado, a nivel mundial, las cifras son diferentes y pintan un desarrollo más positivo de la actividad exploratoria a pesar de los inconvenientes causados por la pandemia durante el primer semestre del 2020.Según S&P Global, la perforación en el 2020 de más de 41,000 sondajes en cerca de 1,100 proyectos, muestra un crecimiento anual de 5.3% de sondajes en un número similar de proyectos. Esta dinámica de inversión estuvo acompañada por procesos de financiamiento agresivo que llegó a más que duplicar los montos reportados en 2019.De los sondajes perforados en el 2020, el 78% estuvo dirigido a la búsqueda de oro, principalmente en minas en operación y proyectos avanzados. En cambio, la exploración “grassroots” recibió la menor porción histórica de los presupuestos de exploración en 2020 con tan sólo el 24%, mientras que la exploración en las operaciones mineras llegó a su valor más alto de todos los tiempos con el 41% del total.La escasez de descubrimientos mayores de oro, cobre, níquel y zinc en los últimos 15 años permanece como una preocupación mayor relacionada a la declinante inversión futura en exploración temprana.En realidad, es muy positivo que la exploración global se haya recuperado rápidamente de la disrupción por el Covid-19 a medida que avanzó el año 2020, mientras que la capitalización bursátil de la industria minera subió en 85% entre marzo 2020 y enero 2021.En el 2021 y en los siguientes años, los productores mineros se mantendrán como líderes en exploración, mientras el oro, el cobre y el hierro tendrán un rendimiento mayor a medida que las economías se recuperan y la creciente demanda por vehículos eléctricos pondrá presión en la demanda de níquel, litio y cobalto.Por ello, tanto el sector minero, como el país en general, deberán estar preparados para obtener el mayor provecho de esta tendencia global de largo plazo.El consenso en favor de la equidad y el desarrollo territorial competitivo y sostenible será esencial para sostener la creciente demanda de metales, resguardar la paz social y mantener los mejores estándares ambientales.El futuro es nuestro…no perdamos esta oportunidad.Fuente: Gestión