2019-11-28Ante la crisis social y política que vive la región actualmente, resulta pertinente dar una mirada a la situación de nuestro país para analizar cómo vamos. Si bien hoy el Perú presenta un mejor semblante que hace tres décadas, y cierta estabilidad económica, es innegable que aún persisten brechas que nos separan, como se puede apreciar si comparamos el avance de nuestras regiones con Lima. Pero ¿qué estamos haciendo para corregir ello? Vemos interesantes propuestas como el adelanto del canon minero –que saludamos-, sin embargo, notamos que aún no hay claridad en la visión de futuro de las regiones y su vínculo con el sector minero como socio estratégico para su desarrollo. Tal vez una tarea pendiente para nuestras autoridades sea actualizar y alinear los Planes Regionales de Desarrollo Concertados en una sola hoja de ruta, y asociarla al enorme poder descentralizador de nuestra minería. Esta no solo genera fuertes focos económicos lejos de las ciudades, sino que es altamente competitiva y puede ayudar a otras actividades económicas a desarrollarse mucho más, como a la agricultura, de la que dependen miles de peruanos.En países emergentes como el nuestro es indispensable homogeneizar la economía, aproximar las productividades entre sectores hasta donde sea posible para mejorar la calidad de vida de más personas. Qué nos falta para designar a la minería como ese motor de desarrollo que nos lleve camino a la prosperidad y al estado de bienestar que buscamos. He ahí la pregunta.