2019-12-31Por: Dr. Miguel Cardozo, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del PerúTras un intenso año para el sector minero peruano, que tuvo un desempeño regular debido a la conjunción de una serie factores; entre estos, la tendencia a la baja de los precios de los commodities y la disminución de volúmenes de producción de algunos metales (como el oro , zinc y plata), se espera un repunte para este 2020.Se vislumbra un mejor horizonte, sobre todo por la distensión de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, que impactará en los precios de metales como el cobre, que según pronósticos fluctuará alrededor de USD 2.77 la libra, como también proyecta el Banco Central de Reservas del Perú (BCRP).Este metal sigue siendo nuestro metal de bandera, ya que nos permite mirar el futuro con mayor optimismo. En los últimos cinco años, hemos duplicado su producción pasando de 1.2 a 2.4 millones de toneladas de cobre fino, gracias a la puesta en marcha de proyectos como Las Bambas, Constancia y Ampliación Cerro Verde.Y si generamos las condiciones para cristalizar más proyectos, podríamos sobrepasar tranquilamente los 5 millones de toneladas de cobre fino en el 2035, como apunta el libro Cobre. El futuro del Perú, publicado recientemente por el Centro de Investigación de Minería, Ambiente y Desarrollo (Cimade).Dicha investigación señala que la suma del aporte del Cinturón del Cobre del Norte (Michiquillay, Galeno, Conga, Tantahuatay, Cerro Corona, La Granja y Cañariaco) con el Cinturón del Cobre del Trapecio Andino (Las Bambas, Constancia, Antapaccay, Los Chancas y Trapiche) y las ampliaciones de las operaciones existentes, nos permitiría añadir más de 2.5 millones de TMF de cobre a nuestra producción.Es decir, el desarrollo de estos depósitos de cobre nos servirían para solventar gran parte de los costos de inversión necesarios para el mejoramiento de la calidad de vida de más peruanos en los próximos años. Además, nos ayudaría a asegurar por lo menos una tercera parte del crecimiento esperado (6% del PBI) para darle sostenimiento a nuestra economía.Debemos tomar en cuenta que después del 2022 no tenemos en perspectiva grandes inversiones mineras que continúen haciendo crecer nuestra producción y ello es preocupante. En ese sentido, necesitamos actuar con mucha inteligencia y rapidez para poner en valor en el más breve plazo posible nuestra cartera de proyectos, valorizada en alrededor de USD 60 mil millones.Uno de los retos más urgentes que tenemos como país para sacar adelante estos emprendimientos es lograr alcanzar un pacto social entre todos los peruanos representados por el Gobierno, las empresas y la sociedad civil, así como, también, realizar un esfuerzo mayor para simplificar trámites y permisos, como premisa. Esperamos que nuestras autoridades reflexionen y nos brinden ese respaldo que tanto necesitamos para continuar contribuyendo con el desarrollo no solo de nuestra industria, sino principalmente del país.