2022-05-05En el marco de Rumbo a PERUMIN – Consensos para el progreso del Perú central, se realizó un panel de análisis y deliberación sobre los desafíos y oportunidades del desarrollo territorial, competitividad y sostenibilidad de la macrorregión centro.Al respecto, Yanina Traverso, expresidenta de la Cámara de Comercio de Huancayo, incidió que el sector agrícola de las regiones centrales están desconectadas del crecimiento y desarrollo promedio que se muestran en otras zonas del país.“La industria agropecuaria en el sur y norte del Perú ha avanzado a pasos agigantados, pero nosotros nos hemos quedado rezagados en el tiempo. Probablemente, la agricultura del centro tenga unos 20 años de atraso”, arguyó.Asimismo, lamentó las condiciones de la carretera central, la cual no es apropiada para el traslado de los cultivos producidos por la población de esta parte del país, por lo que se convierte en un obstáculo para la integración con el mercado.“Existe un proyecto de carretera que se firmó en el 2018 y que se encuentra a nivel de perfil. Cuenta con un estudio de preinversión y hay un acuerdo entre el Gobierno central y Francia para su desarrollo al 2030”, indicó la experta.Dicho proyecto interconectaría a Lima con la región central a través de tres vías con longitud total de 135 kilómetros. La primera vía conectaría a Lurín con La Oroya, lo que permitiría que la producción agrícola de la región central llegue a los principales puertos, potencie la agroexportación y abra nuevas puertas para el comercio.Minifundio agrícola no funcionaEn tanto, Walter Casquino, docente referente de la EAP de Ingeniería de Minas de la Universidad Continental, enfatizó que el minifundio agrícola no funciona en la actualidad, por lo que se debe apostar por la capacitación y asesoría técnica, la asociatividad entre pequeños productores y las auditorías para evaluar el desempeño económico-financiero de los negocios agrícolas.“También es preciso una mayor alianza entre el sector público y privado para fortalecer la actividad agropecuaria, lo que evitaría las acostumbradas rencillas entre agricultura y minería y reduciría las brechas socioeconómicas en las comunidades de influencia”, afirmó.De igual manera, exhortó a atacar los problemas más persistentes en la agricultura del centro, tales como la alta informalidad, la carencia de tecnología, el poco acceso a financiamiento y la escasa organización de los negocios familiares.La solución es la agroexportaciónPor su parte, Augusto Fernandini, socio fundador de Agrosun, aseveró que es urgente solucionar la pobreza y extrema pobreza en el ámbito rural, donde, precisamente, existe una gran dependencia a la actividad agrícola.“En el ámbito rural tenemos el origen de mucho de los problemas que todavía nuestra región no logra manejar en un entorno social único y unificado, que nos permita conducir el desarrollo de nuestro país de una manera uniforme y sostenible en el tiempo”, aseguró.En ese sentido, remarcó que la agroexportación es una de las soluciones a implementar, pues abre fronteras a mercados mucho más amplios y potentes para el desarrollo, y que hoy son una realidad para el país que exporta US$ 8,000 millones anuales.