2019-01-02Por: Ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú A puertas de cerrar el 2018 vemos que se mantiene el optimismo en la gestión del presidente de la República, Martín Vizcarra, quien asumió la dirección del país en marzo del presente año, en medio de una crisis política.Esta semana el titular del BCR, Julio Velarde, manifestó su confianza en el mandatario para convencer a los nuevos gobernadores regionales -que asumirán funciones a partir del 1 de enero- sobre la real importancia de la industria minera para el país.Creemos que la experiencia de Vizcarra como exgobernador de Moquegua, donde tuvo un importante rol en el relacionamiento con Southern, así como en el destrabe del proyecto Quellaveco de Anglo American, le brindan cierto respaldo a su gestión que esperemos se replique a nivel nacional.Desde el sector minero alentamos los esfuerzos que viene emprendiendo desde su gobierno para impulsar la descentralización a través de mecanismos como los GORE Ejecutivos que buscan profundizar la articulación intergubernamental e intersectorial.Vizcarra tiene claro que es prioritario definir las competencias de cada nivel de gobierno para no duplicar acciones y poder atender de manera efectiva las necesidades más urgentes de la población. Claro está, que ello también implica una adecuada ejecución de los presupuestos regionales y locales.En este punto debemos remarcar que una verdadera descentralización va de la mano no solo de una transferencia de responsabilidades a los gobiernos subnacionales sino también de recursos que permitan cumplir de manera eficiente con sus funciones -exigencia de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales.Saludamos todos estos avances dados para impulsar a las regiones. Sin embargo, creemos que es necesaria una estrategia mucho más agresiva para poner en el foco de atención de la población y de los gobiernos subnacionales los múltiples beneficios y aportes de nuestra industria minera.Por ejemplo, notamos que aún no es posible conocer con claridad la visión de futuro de las distintas regiones y su vínculo con la minería, lo cual se refleja en sus respectivos Planes Regionales de Desarrollo Concertados. En ese sentido, se necesita un monitoreo del MEM, ente rector del sector, para actualizarlos y alinearlos en una sola hoja de ruta.Finalmente, esperamos que el gobierno, junto a la empresa Aruntani y la población de la provincia de Melgar, en Puno, puedan llegar a un acuerdo para dar una solución consensuada a esta compleja situación, priorizando sobre todo el diálogo constructivo.