2021-03-16Por: Ing. Roberto Maldonado, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del PerúEn un escenario de crisis como el actual, las inversiones mineras no solo tendrán una mayor preponderancia en la recuperación económica de nuestro país, sino también contribuirán a reanimar la tasa de empleos e impulsar otros sectores económicos, en la etapa post pandemia.Por lo cual consideramos que es importante dar a conocer cómo es que se componen estas inversiones mineras, para poder tener un mejor panorama y alinear nuestras miradas respecto a esta actividad económica que es realmente clave para nuestro futuro a corto, mediano y largo plazo.Se podría decir que las inversiones mineras se dividen en tres grandes componentes. El primero de ellos está dirigido principalmente al sostenimiento de la producción de nuestras operaciones mineras, las cuales representan una buena parte de esta cifra.Permanentemente se debe invertir en la renovación de equipos, la ampliación de botaderos o canchas de relaves, por poner algunos ejemplos. Estas inversiones son muy necesarias para mantener el ritmo de nuestra minería, que ha adquirido una gran dimensión en los últimos años.Un segundo rubro -que no está en el radar claramente- son las expansiones mineras. Las buenas perspectivas del precio del cobre y el oro harán que muchas empresas replanteen su portafolio de inversiones, no necesariamente con proyectos greenfields (nuevos), sino con proyectos que van a extender la vida útil de la mina o expandir operaciones. La ampliación de Toromocho o Yanacocha Sulfuros pertenecen a este tipo de inversiones. Son proyectos que se desarrollan en la misma huella operativa, y cuyos procesos administrativos son mucho más rápidos. Apostar por este tipo de inversiones es una forma de que nuestra economía crezca de una manera más veloz.Y en tercer lugar, tenemos a los nuevos proyectos mineros donde sí debemos advertir que existe poca claridad. Este año debería finalizar la construcción de Mina Justa y el próximo, la de Quellaveco. Sin embargo, consideramos que debería haber un sinceramiento de la cartera de proyectos mineros, valorizada en más de USD 56 mil millones.Como sector minero, deberíamos poner el foco en ayudar a conocer con más detalle qué pasa con ese portafolio, cuál es su nivel de madurez de ingeniería, qué licencias ambientales han obtenido, qué acuerdos con las comunidades han logrado, lo cual nos permitirá focalizarnos en su desarrollo.Consideramos, por ejemplo, que en el tema social, se requiere una participación más activa de nuestras autoridades. Esta semana hubo un nuevo bloqueo por parte de algunos pobladores de Espinar que paralizaron las operaciones de Antapaccay por la falta de acuerdos con el Estado, lo cual afecta directamente las inversiones y a las comunidades del entorno.En resumen, podemos ver que viene una inversión importante en sostenimiento de operaciones, en ampliación de operaciones y en incrementar la vida útil de las minas, sin embargo, debemos poner un mayor esfuerzo en el avance de los nuevos emprendimientos mineros y de operaciones, que son claves para poder mirar el futuro con mayor optimismo.